¿Sabes por qué nuestras manos se arrugan con el agua?

¿Sabes por qué nuestras manos se arrugan con el agua?

person access_timeOct 9, 2018 show_chart614 Vistas chatComentarios

En nuestra vida diaria lavamos platos, nos duchamos o, en ocasiones especiales como el verano, nos vamos a la playa o a la piscina a refrescarnos del sofocante calor. Cuando llevamos mucho tiempo expuestos al agua, manos y pies tienden a arrugarse, pero, pasado un rato, esos pliegues desaparecen. ¿Sabes por qué sucede?

Los expertos señalan que esto es debido a una capa de queratina que se encuentra en nuestros dedos y pies. Estas células muertas de queratina son lo que provocan las arrugas. La envoltura de queratina muerta está formada por una especie de grasas proteínicas denominada sebo.

Cuando nuestros dedos y pies entran en contacto con el agua, este tipo de grasa desaparece a los pocos minutos, pasando a las células de queratina muertas. Las células se impregnan del agua como si fueran una esponja, y generan esos pliegues tan característicos que todos conocemos.

Pero, ¿Y  el resto del cuerpo? ¿Por qué no se arruga?

La respuesta a esta duda es de lo más lógica: la piel de las manos y pies es mucho más carnosa, siendo capaces de albergar más células muertas que en otras partes del cuerpo. Gracias a ello, estos dos lugares son propicios a absorber mucho más agua.

Para evitar la formación de arrugas, lo más recomendable es usar cualquier tipo de loción que ayude a que nuestra piel no se seque, permitiendo mantener nuestra piel más suave.

En la capacidad de la piel para arrugarse en el agua también influyen factores individuales. Según Francisco Ortiz, se ha comprobado que si está lesionado el nervio mediano (que se encuentra en el antebrazo) este fenómeno no se produce. Y Barabash apunta a una investigación de la Universidad de Tel-Aviv, en la que se observó que en enfermos de Parkinson, los dedos de las manos se arrugaban mucho menos que en pacientes sanos.



Quantcast