El aprendizaje de Rubén Blades

El aprendizaje de Rubén Blades

person access_timeNov 5, 2018 show_chart852 Vistas chatComentarios

Rubén Blades, durante una entrevista para un diario madrileño, conversó acerca del aprendizaje que tuvo como repartidor para el sello Fania Records, periodo en el que hacías coros cuando te dejaban y componías para figuras del sello, como Héctor Lavoe —su clásico “El cantante” es de tu autoría—, Roberto Roena, Ismael Miranda o Bobby Rodríguez, entre otros.

En ese sentido, sostuvo “Mi aprendizaje más valioso no lo obtuve por la Fania. Si a lo que se refiere es a mi experiencia en Nueva York, le diré que, como inmigrante, allí aprendí a trabajar bajo las condiciones más difíciles posibles y a cómo hacerlo con calidad”.

Acerca de su apodo como ‘El poeta de la salda’, expresó “Soy un escritor, un cronista de la urbe y de su gente, que musicaliza sus escritos. No sé qué piensa el resto”.

En cuanto a sus logros como ministro de Turismo señaló “Hice, no me limité al discurso desde la distancia, ni me quedé en la música de propuesta. A ‘Pablo Pueblo’ lo va a mejorar un sistema justo, no una canción. La canción propone, pero el proceso político es el que dispone. Por eso me alegro de no haberme quedado hablando pendejadas y haber dedicado cinco años de mi vida al servicio público en Panamá. No hice giras, ni películas, ni gané Grammys, ni hice discos. Recibí el mejor premio posible: el verme la cara en el espejo todos los días y saber que predicaba con el ejemplo de la acción, no solo del intelecto. El premio de contribuir a mejorar honestamente la posibilidad de tu país y de tu pueblo desde ese servicio no tiene precio. La experiencia me hizo menos egoísta, mejor ser humano, mejor panameño. Creo en lo que escribo. Eso es invaluable para mí. Y me probó que el poder no corrompe: desenmascara. Tuve acceso a ese poder y salí de él sin utilizarlo para mi beneficio o el de los corruptos”.



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