Venezolanos convierten música en medicinas
Un disco compacto de Michael Jackson o un vinilo con canciones de la española Lola Flores fueron parte de las monedas de cambio en la jornada "Música por Medicinas" que se celebró en Caracas, Venezuela para recaudar fármacos que serán entregados a venezolanos que los necesiten y no los puedan costear.
Un grupo de activistas por los Derechos Humanos se alió con libreros y coleccionistas para dar forma a esta especie de trueque que busca aliviar las consecuencias de la escasez de medicamentos y de la crisis sanitaria en general, al menos para unos pocos.
El coordinador general del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), Rafael Uzcátegui, dijo a Efe que uno de los objetivos es "despertar ese sentimiento dormido de solidaridad que caracteriza a los venezolanos y que hoy está dormido por la difícil situación".
Explicó que aunque ninguna de las asociaciones civiles participantes conoce a profundidad cómo manejar una discotienda sí fueron asesoradas para establecer un sistema de puntos que fijar el valor de cada pieza musical de acuerdo a los fármacos que llevara cada ciudadano.
La oferta incluía música sacra, clásica y tradicional venezolana; géneros como la ópera, trova, salsa, merengue, tango, rock, y el dance, así como canciones de bolero e infantiles.
"Esto no soluciona el problema, pero sí alivia la situación de salud de una persona que lo necesita", insistió Uzcátegui tras reiterar al Ejecutivo de Nicolás Maduro el pedido de un canal humanitario que permita el ingreso de remedios y alimentos hoy escasos en el país petrolero.
La Federación Farmacéutica de Venezuela estima que más del 80 % de los remedios no se consiguen hoy en el país caribeño por lo que iniciativas como "Música por Medicinas", a juicio de Provea, buscan evitar "que los venezolanos se acostumbren" a esta situación que ha venido agravándose en los últimos cuatro años.
La convocatoria fue respaldada por decenas de personas que en la entrada de una pequeña sala de conciertos dejaron las cajas y los envases que llevaron y recibieron sus puntos escritos en una suerte de boletos.