Buenas relaciones y buenos acuerdos en las Grandes Ligas
No es muy difícil conseguir que una relación de trabajo en el deporte se mantenga sólida, pero, si es indispensable que algunos protocolos se cumplan luego de que ambas partes lleguen a una especie de período de madurez.
En el béisbol luego de que un pelotero de Grandes Ligas, que tenga entre tres y seis años de servicio, puede acogerse a lo que se conoce como “arbitraje”, que es un proceso en el cual el jugador solicita un pago por lo que cree que vale su trabajo, entonces, el equipo le hace una oferta, la cual no puede ser menor al 80% del salario que se le había pagado al jugador en su último año de trabajo.
En caso de que no se logre un acuerdo entre ambas partes la situación sería sometido a la consideración de un “árbitro independiente”, que se encargará de decidir cuál de las dos propuestas se mantiene en pie, tomando en cuenta el rendimiento, la edad, el estado físico y por supuesto, las estadísticas.
Como ejemplo del funcionamiento de los acuerdos cuando la relación entre un jugador y su equipo es buena y se evita la intervención de un árbitro se pueden destacar la de Jake Arrieta y los Cachorros de Chicago con un acuerdo por $15.6 millones; Didi Gregorius firmó por $5.1 millones con los Yanquis de Nueva York; mientras que, Dallas Keuchel acordó $9.1 millones con los Astros de Houston.