Tom Ford, belleza y elegancia en el cine

Quién se hubiera imaginado que un diseñador de moda podría llegar a ser un director de cine. Este es el caso del hombre encargado de darle resucitación a Gucci con unos diseños tan provocativos y sexuales logrando hacer un gran hueco en el séptimo arte. Tom Ford con apenas dos filmes “Un hombre soltero” y “Animales nocturnos” ha estado en el foco de los cinéfilos provocando una serie de expectativas por ser un icono de la moda.

Thomas Carlyle Ford, mejor conocido como Tom Ford,nació en Austin, Texas, el 27 de agosto de 1961. Hijo de unos agentes inmobiliarios, tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de Nueva York “Historia del Arte”, pero lo que más le atrajo de la conocida “Gran Manzana” fue la vida nocturna y el lujo que posee, es aquí donde la vida de Ford se vuelve todo un prestigio en la alta sociedad, como diseñador de moda, a pesar de haberse  graduado en arquitectura.

Vivió una temporada en París donde trabajo en el equipo de prensa de Chloé, como pasante. De vuelta a Estados Unidos trabajó como asistente de Diseño de Cathy Hardwick. Posteriormente se mudó a Milán donde tuvo su gran oportunidad en la moda europea con Gucci.

La marca Gucci no pasaba por un buen momento por eso Dawn Mello, directora creativa de la marca, decidió contratar a Tom Ford, en ese momento un total desconocido, como encargado de la línea prêt-à-porter. Para Ford su gran oportunidad de hacerse un nombre en el mundo de la moda. 

Causo furor luego de aumentar las ventas en un 90% y presentarse en los premios Grammys en 1995 con una camisa de seda desabrochada y pantalones acampanados de terciopelo a la altura de la cintura. Provocador y muy sexual, convirtiéndose en uno de sus emblemas. Pero el diseñador empieza a soñar con convertirse en realizador y guionista justo después de su década gloriosa en el mundo de la moda. Es más, su vocación cinematográfica coincide con su crisis creativa en la moda.