Orlando Quintero no pensó que llegaría “tan lejos” con PROBIDSIDA

Orlando Quintero no pensó que llegaría “tan lejos” con PROBIDSIDA

person access_timeAug 21, 2017 show_chart3773 Vistas chatComentarios

Orlando Quintero, es quien está al frente de la Fundación Pro Bienestar y Dignidad de las Personas Afectadas por el VIH-sida (PROBIDSIDA), una organización que asesora a las personas que necesitan apoyo para vivir con la enfermedad, a la vez que monitorea y evalúa la situación sanitaria de la población.

En este sentido, durante una entrevista para La Estrella de Panamá indicó que no se esperaba llegar tan lejos con PROBIDSIDA “el tomar la decisión de ese paso de lucha no fue pensando que llegaría tan lejos”. Asimismo, señala cómo fue el inicio “eso fue en 1997, fue con mi ex pareja, Norma García de Paredes. En ese entonces estaba diagnosticado, había pasado todo lo de mi hospitalización. Empezamos con un grupo de auto apoyo y de ahí vimos que habían salido los medicamentos. Yo tenía la posibilidad de comprarlos, pero costaban $600 por mes, muy caros. Sin embargo, muchos de los que estaban con nosotros no podían. Nos tocó ver muchas muertes porque no tenían dinero para comprar los medicamentos y la Caja no los otorgaba. Así que nos tocó poner la demanda ante la Corte Suprema de Justicia por no dar los medicamentos. Pero no fue admitida, y nos fuimos a las calles, hicimos un cierre de calles el 13 de mayo de 1999. Luego de cinco días del plantón de casi doce horas de haber cerrado la calle, la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social aprobó dar la triple terapia”.

En cuanto a la discriminación explica “ya se puede hablar más del tema. Sin embargo, se mantiene a un nivel alto y significativo de rechazo. Hay discriminación y si tengo que calificarla, le daría un 3.5 o 4, en una escala del 1 al 5 (…) En el sector laboral, si conocen tu diagnóstico, no te dan contrato de trabajo. Si estás en la escuela, es igual con los profesores o con los niños que portan el virus. Decir que no hay discriminación en Panamá sería una gran mentira”.



Quantcast