Noriega niega ser el responsable de la masacre de Albrook

En la audiencia de cumplimiento, donde el exdictador panameño, Manuel Antonio Noriega, recibió el beneficio de depósito domiciliario, terminó convertido en el escenario donde, familiares de dos víctimas de la masacre de Albrook, ocurrida el 3 de octubre de 1989, se expresaron, y ante sus declaraciones el exhombre fuerte de Panamá pidió la palabra para negar ser el responsable de sus muertes.

Josué Giroldi, el hijo de Moisés Giroldi, el líder de ese golpe contra Noriega, y Javier Tejada, hijo del capitán León Tejada, fueron quienes tomaron la palabra frente a quien se considera que ordenó la ejecución de sus padres.

Josué, en nombre de toda su familia, con un tono bastante conciliador, aseguró que no guardan rencor “ni en el corazón ni en la mente. Entendemos el dolor que le ha causado a mi familia y a la suya”. Por su parte, Javier, de forma muy contraria a las declaraciones de Giroldi, dejó sentir la amargura sufrida por la muerte de su padre, expresando: “yo represento a uno de los hijos, de los once caídos vilmente en la masacre provocada por este señor al que no debemos llamar exgeneral porque fue degradado por sus múltiples delitos. Ojala Dios pueda perdonarlo”.

Llegado el turno de Noriega, con voz fuerte, en tono altivo y arrogante expresó: “Con mi corazón y bajo el nombre de Dios juro que no tuve nada que ver con la muerte de ninguno de los once oficiales fusilados”, añadiendo que “No tuve nada que ver con la muerte de Giroldi ni de Tejada. Los que los mataron fueron los amigos de ex capitán León Tejada. Su odio y su rencor ira contra ellos. Yo traté de impedirlo”. 

Ante estas declaraciones los presentes empezaron a exigir que diera los nombres de los responsables, pero el juez ordenó silencio a la sala y Noriega solo dijo, "Hay un Dios que hace juzgar a vivos y muertos".