La historia del crucigrama

En 1913 Arthur Wynne trabajaba en un suplemento festivo que publicaba los domingos en el New York Times, un día se vio obligado a crear un nuevo pasatiempo y recordó un juego de la era victoriana que su abuelo le había enseñado a jugar llamado El Cuadrado Mágico.

Se trataba de un juego infantil  publicado en los diarios británicos en el siglo XIX, consistía en grupos de palabras sencillas que debían quedar dispuestas de tal manera que pudieran leerse vertical y horizontalmente.

Wynne tomó la idea y creó 'claves' para que el jugador pudiera descifrar la palabra basándose en la definición aportada por el juego. El pasatiempo fue publicado por primera vez en la 21 edición de World, y fue presentado como un 'ejercicio mental' y tuvo una gran receptividad del público, por lo que a los pocos meses todos rotativos de Estados Unidos comenzaron a publicar sus crucigramas.

La manía de los crucigramas se extendió por Europa e incluso fue llevado a casi todos los idiomas. Hasta ahora se puede clasificar como uno de los pasatiempos más populares de la historia.