¿Es malo el consumo de lácteos?

¿Es malo el consumo de lácteos?

person access_timeJun 15, 2018 show_chart748 Vistas chatComentarios

Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, FINUT, y del Comité Científico del Programa Europeo Di que sí al menos a 3 lácteos al día, durante una entrevista para Vogue, conversó acerca de la nueva aversión que existe hacia la leche.

De esta manera, sostuvo “hay falsos mitos que proliferan por personas que opinan en las redes sociales sin base en la evidencia científica disponible; en muchos casos, además, generan contradicciones que las personas no versadas en nutrición difícilmente pueden resolver”.

Por su parte,  Dra. Carmen Gómez Candela, jefa de Nutrición del hospital de La Paz, señaló “numerosos estudios observacionales y de intervención entre los que se incluyen numerosas revisiones sistemáticas y meta-análisis, que son los que proporcionan la mejor evidencia científica, indican que el consumo de lácteos se asocia al crecimiento en longitud y la osificación en los niños y en la prevención de algunas enfermedades crónicas como las enfermedades cardivoasculares y la diabetes”.

Asimismo, Gil añadió “dentro de la pirámide de la evidencia científica, las opiniones personales son las que tiene menor crédito. Para combatir esta tendencia, los organismos públicos relacionados con la salud, así como las Sociedades Científicas deben transmitir mensajes basados en la ciencia disponible que contribuyan a una mejor educación nutricional de la población”.

De igual forma, detalló que los lácteos, “proporcionan una importante cantidad y calidad de nutrientes entre los que destacan una proteína de elevada calidad biológica y alta disponibilidad, un azúcar especial como la lactosa, que favorece la implantación de una microbiota intestinal que protege frente al desarrollo de numerosos microorganismos patogénicos y que aporta galactosa para el desarrollo de numerosas estructuras del sistema nervioso, calcio, fósforo, magnesio, cinc y selenio, implicados todos ellos en el crecimiento y desarrollo, así como varias vitaminas, especialmente riboflavina, folato, vitamina B12 y vitaminas A y D que desempeñan funciones clave en el organismo”.



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