Jóvenes cantaran al ritmo del reggaetón en la JMJ

El cantautor colombiano Iván Díaz y por el mundialmente conocido sacerdote y cantante Robert Galea, constituye una iniciativa sin precedentes la canción, ‘Aquí estoy’ lanzada por la Fundación Ramón Pané.

De esta manera cientos de miles de jóvenes cantaran cuando se reúnan el próximo mes de enero en Panamá, país bañado por el mar Caribe, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud? Sí, aunque usted no se lo crea, ¡reggaetón!.

Asimismo la canción ha sido  coproducida en Miami por Iván Díaz, autor de la canción "Nuestra Alegría", himno oficial del V Encuentro de Pastoral Hispana organizado por la Conferencia de Obispos de Estados Unidos, y por el reconocido productor Shafik Palis, quien ha recibido varios Latin Grammys incluyendo proyectos con Carlos Vives, Maluma, entre otros.

Por su parte el padre Robert Galea participante en “The X Factor” Australia, país en el que reside, quien ya había interpretado el himno de la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney en 2011, contactó al cantautor colombiano Iván Díaz,  que goza de amplio reconocimiento en Estados Unidos y América Latina, para componer una canción con un objetivo muy claro: conquistar a los más jóvenes.

La iniciativa lanzada por la Fundación Ramón  Pané, cuyo presidente Ricardo Grzona, se unió al cantautor colombiano Iván Díaz, en Miami, y al sacerdote Robert Galea, en Australia, para crear esta composición musical que rompe esquemas.

Mientras que Ricardo Grzona explica “Queremos tocar el corazón de los jóvenes utilizando su lenguaje y ritmo contagioso”.

Además dijo, “En esto consiste precisamente la nueva evangelización: presentar el mensaje eterno del amor de Dios con formatos y lenguajes que puedan entusiasmar a los jóvenes”.

Cabe destacar que el título se inspira en las palabras de la Virgen María, quien al recibir  del arcángel el anuncio de que sería la Madre del Salvador, respondió con estas palabras:  “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).

Precisamente el lema que el Papa Francisco ha escogido para esas Jornadas Mundiales de la Juventud.