El Misterio de la libélula (Dragonfly)
Trama: Como jefe del servicio de emergencia del Chicago Memorial Hospital, el Dr. Joe Darrow (Kevin Costner) es un respetado experto en traumas. Pero sus conocimientos profesionales le proporcionan poco consuelo cuando trágicamente su esposa pierde la vida. Siendo también doctora, Emily Darrow (Susanna Thompson) una doctora que estaba en una misión médica de solidaridad cuando murió en un accidente de autobús en Venezuela, en un camino remoto de montaña.
A pesar de los esfuerzos de amigos que lo estiman y de la familia, Joe permanece aislado por la tristeza no expresada. Los recuerdos de Emily están por todas partes, entre ellos imágenes de libélulas, su emblema protector o tótem personal debido a una marca de nacimiento en el hombro. Sólo en su laberíntica casa, Joe se espanta una noche cuando el atesorado pisapapeles de Emily en forma de libélula cae de una mesa de noche al suelo, casi como si hubiera sido empujado.
El malestar de Joe se agudiza cuando visita a los antiguos pacientes de Emily en el pabellón pediátrico de oncología. Joe se siente particularmente conmovido por Jeffrey, un niño que ha estado al borde de la muerte numerosas veces, quien alega haber visto a Emily "dentro de un arco iris" y afirma que ella está tratando de comunicarse con Joe. Luego, otro niño se recobra después de estar a punto de morir con una historia sumamente similar, y al igual que Jeffrey, está obsesionado con dibujar una misteriosa forma abstracta apenas recobra el conocimiento. Esa extraña forma empieza a aparecer en otros contextos en el mundo de Joe, como avisándole que debe ver más allá de lo normal para encontrar las respuestas a sus preguntas.
Aquellas preguntas incomodan prácticamente a todos, excepto a la Hermana Madeline (Linda Hunt), una monja católica que ha estudiado en profundidad las experiencias de la gente que ha estado cerca de la muerte. Despedida del hospital después de que la prensa exagerara su trabajo, ayuda a Joe a ver que no está perdiendo la razón. La Hermana Madeline entiende que Joe y Emily podrían tener asuntos inconclusos y que ninguno de los dos descansará hasta que sean resueltos. Con esa idea firme en mente, Joe puede al fin dar el siguiente paso en su vida, guiado por la fe y no por los hechos. Y ese paso hace nada menos que cambiar su vida para siempre.
A pesar de los esfuerzos de amigos que lo estiman y de la familia, Joe permanece aislado por la tristeza no expresada. Los recuerdos de Emily están por todas partes, entre ellos imágenes de libélulas, su emblema protector o tótem personal debido a una marca de nacimiento en el hombro. Sólo en su laberíntica casa, Joe se espanta una noche cuando el atesorado pisapapeles de Emily en forma de libélula cae de una mesa de noche al suelo, casi como si hubiera sido empujado.
El malestar de Joe se agudiza cuando visita a los antiguos pacientes de Emily en el pabellón pediátrico de oncología. Joe se siente particularmente conmovido por Jeffrey, un niño que ha estado al borde de la muerte numerosas veces, quien alega haber visto a Emily "dentro de un arco iris" y afirma que ella está tratando de comunicarse con Joe. Luego, otro niño se recobra después de estar a punto de morir con una historia sumamente similar, y al igual que Jeffrey, está obsesionado con dibujar una misteriosa forma abstracta apenas recobra el conocimiento. Esa extraña forma empieza a aparecer en otros contextos en el mundo de Joe, como avisándole que debe ver más allá de lo normal para encontrar las respuestas a sus preguntas.
Aquellas preguntas incomodan prácticamente a todos, excepto a la Hermana Madeline (Linda Hunt), una monja católica que ha estudiado en profundidad las experiencias de la gente que ha estado cerca de la muerte. Despedida del hospital después de que la prensa exagerara su trabajo, ayuda a Joe a ver que no está perdiendo la razón. La Hermana Madeline entiende que Joe y Emily podrían tener asuntos inconclusos y que ninguno de los dos descansará hasta que sean resueltos. Con esa idea firme en mente, Joe puede al fin dar el siguiente paso en su vida, guiado por la fe y no por los hechos. Y ese paso hace nada menos que cambiar su vida para siempre.