“Panamá sigue siendo utilizada”, asegura ex fiscal de Drogas

Patricio Candanedo, ex fiscal de Drogas, explicó el papel que desempeña Panamá en el tráfico de estupefacientes durante una entrevista para La Estrella de Panamá.

En ese sentido, Candanedo señaló que la lucha contra las drogas “yo considero que no está perdida siempre que haya voluntad. Hace unos años, Panamá apenas contaba con seis funcionarios en el Ministerio Público para hacer frente a esta batalla. Ahora ha crecido el número de personas dedicadas a esta labor. Las autoridades tienen voluntad de luchar contra este flagelo, por eso considero que no está perdida la lucha, simplemente son batallas que pueden ser superadas por el narco. Sin embargo, el Estado ha ganado muchas otras en algunas ocasiones con arrestos y decomisos, pero lo ideal sería que se hicieran arrestos, decomisos e incautación de los bienes de los implicados”.

Asimismo, explicó el papel de Panamá en el tráfico de drogas, “nuestra visión es muy clara, Panamá sigue siendo utilizada, pero de una forma distinta. Se trae la droga a Panamá, antes se le pagaba en efectivo a grupos organizados del país para que brindaran el servicio, ahora se les paga con sustancias ilícitas o involucran a quien está trabajando con ellos como responsable del cargamento para que se sienta comprometido directamente. Muchas veces, los grupos se quedan con su producto y lo distribuyen directamente en el medio y hacen que la población se perjudique al consumirla. El resto se va al exterior, no todo a Estados Unidos, ahora el mercado se ha extendido a Europa, Asia y Oceanía”.

Además, detalló el papel que juegan las instituciones “el problema de la penetración del crimen organizado, como esto es simulando una guerra, se trata de inteligencia contra inteligencia. Los criminales van a intentar penetrar los grupos que los persiguen, obviamente van a tratar de sumar adeptos para lograr su actividad más permisible y libre, y captan también a algunos ex miembros que tienen experiencia en esta materia y abren caminos o rutas. ¿Qué hace el Estado? Debe ser una tarea incesante, tiene que seguir practicando la verificación a cada uno de sus miembros de grupos especializados porque estos tienen un constante roce con los grupos criminales y esto provoca que uno que otro se contamine y traspase la línea. En el pasado hemos visto cómo jefes de unidades antinarcóticos han quedado sirviendo a estas organizaciones criminales, y Panamá no es un caso aislado; ha ocurrido en casi todos los países donde se lucha contra el narco”.