¿Cómo viajar con un bebé en avión?

¿Cómo viajar con un bebé en avión?

person access_timeJun 24, 2018 show_chart889 Vistas chatComentarios

Viajar es una de las mejores cosas que la vida nos puede ofrecer, ya que además de relajarnos, nos permite conocer y explorara nuevos rumbos, ya sea solo acompañado de tus seres queridos. Aunque muchas veces puede ser un poco inquietante viajar con niños pequeños, ya que por el simple hecho de pasar varias horas en un solo lugar puede ser molesto para ellos.

Pero no hay que preocuparse ya que existen una serie de tips que puedes utilizar a la hora de viajar con los más pequeños de la casa.

1.- Conoce a tu bebé: aunque parezca algo obvio, tu bebé seguirá siendo el mismo arriba del avión, por lo tanto, mantendrá los mismos gustos y las mismas actitudes (y hasta es casi seguro que, si no hay largas escalas de por medio o algún comportamiento extraño, mantenga sus mismos horarios). Por eso, haya que tener en cuenta qué le gusta, qué come, qué lo distrae, cuánto duerme, etcétera. Todo esto te ayudará mucho a hacer más llevadero el viaje y a planificarlo mejor (dentro de lo posible, claro).

2.- Una correcta elección de asientos: muchos acostumbran a decir que tratemos de pedir los asientos de adelante, en los que hay más espacio, pero no siempre es la mejor opción. Porque en muchos aviones los apoya brazo de esos asientos no se levantan.

Si tu bebé tiene menos de 7-8 meses y puede dormir en la cuna que te dan las aerolíneas, sí tienes que pedir esos asientos, porque son los ideales, ya que las cunas se colocan en las “paredes” que quedan frente a los asientos. Pero si tu bebé ya no puede dormir en la cuna, por el peso, tendrá que dormir encima tuyo o, lo que es mejor, en el asiento vacío que puedas conseguir al lado del tuyo.

3.- Tener mucha paciencia: una de las principales actitudes que hay que tener es paciencia y la capacidad de relajarnos. No pensar en el que van a decir, que digan lo que quieran. Estás con un bebé y tiene el mismo derecho que ellos de viajar. Sabemos que a veces se ponen molestos, pero no podemos hacer más que intentar calmarlos. Eso sí, intentemos calmarlos, pero estando nosotros tranquilos. Si nosotros nos ponemos nerviosos por “el qué dirán”, los bebés lo perciben y no se calmarán. Y además, es buena idea saludar con una sonrisa a los vecinos de asiento. Nunca se sabe si vamos a necesitar que nos ayuden.



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