Kirsten Stewart, su carrera y curiosidades sobre ella

A los 18 años cuando la mayoría de los adolescentes se encuentran en búsqueda del rumbo a tomar con sus vidas, Kirsten Stewart se lanzaba al estrellato en el cine con su participación en la saga Crepúsculo, que la puso bajo la mira de millones de fans de la franquicia, e innumerables voces de críticas, y aunque a pesar de ello, la actriz se mantuvo en pie y ha sabido administrar esa popularidad para componer una interesante carrera.

Su tono de voz áspero y profundo y su enigmática presencia con rasgos característicos de Stewart. A diferencia de otros artistas que predican sus logros en las redes sociales , sino que invierte su tiempo en engrosar y enriquecer su filmografía que ya cuenta con casi cuarenta largometrajes.

Inició con tan solo diez años en el mundo del cine trabajando con David Fincher en Panic Room, y luego pasó por una envidiable regularidad bajo las ordenes de Sean Penn o Jon Favreau hasta que se estrenó Crepúsculo en el 2008, protagonizó Blanca Nieves y la leyenda del cazador, y destacó en Siempre Alice o Café Society.

De la creciente carrera de Kirsten Stewart derivaron algunas curiosidades como que un príncipe del Medio Oriente donó medio millón de dólares para mantener una conversación de 15 minutos con ella, y los fondos fueron utilizados para los damnificados del huracán Sandy.

Para trabajar en Welcome to the Rileys, la actriz se convirtió en fumadora compulsiva, se alimentó de comida chatarra, redujo sus horas de sueño y aprendió a bailar en la barra.

En 2015 se convirtió en la primera actriz estadounidense en ganar el premio César francés, estaba tan nerviosa cuando subió a recibir el premio que no podía sostenerlo en sus manos, por lo que pidió al presentador que lo dejara en el atril mientras daba su discurso.

Panic Room fue el inicio de su carrera, pero el papel no era de ella originalmente, Sarah iba a ser interpretado por Hayden Panettiere, pero abandonó el proyecto poco antes del rodaje  por lo que Fincher buscó rápidamente a Stewart.

En el rodaje de Clouds Of Sils Maria, la actriz debió lelvar tatuado (temporalmente) un pequeño fragmento del 'Guernica' de Picasso, le terminó gustando tanto que decidió tatuárselo de forma definitiva.