Crean un brazo robótico que responde a las señales nerviosas de la espina dorsal

A pesar de todo lo que la humanidad ha avanzado en tecnología durante los últimos años, parece que en materia de prótesis seguimos estando muy atrasados. Si bien estas piezas artificiales han mejorado sus proporciones y diseños para ajustarse de una forma más óptima al cuerpo humano, estas aún no pueden recrear en su totalidad movimientos naturales. El principal obstáculo está en la conexión con el sistema nervioso.

Un grupo de científicos del Colegio Imperial de Londres (ICL) ha descubierto una forma innovadora de hacer que estas prótesis funcionen como extensiones reales del cuerpo, a través de la espina dorsal. Han realizado experimentos con un brazo robótico, el cual ha obtenido resultados realmente prometedores.

Dario Farina, profesor del Departamento de Ingeniería Biomédica del ICL explica que: “Nuestra tecnología es capaz de detectar y descifrar señales de manera mucho más clara. Ello abre la posibilidad a fabricar prótesis robóticas mucho más intuitivas para los pacientes […] Esto se debe a un chip que se puede poner en cualquier lugar donde los nervios motores conectados a la espina dorsal estén intactos. Un conjunto de nuevos algoritmos interpretarán las señales del nervio y las convertirán en comandos para el brazo robot”.