Ya es posible “trasplantar vaginas” a mujeres con malformación congénita

La Agenesia vaginal o Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser es una malformación congénita que ocurre cuando el sistema reproductivo femenino no termina de desarrollarse correctamente. Esta condición se da en 1 de cada 5000 mujeres, causando gran frustración debido al tamaño de la vagina, más corta de la usual, o la completa ausencia de la misma.

Gracias a la ciencia, ahora es posible trasplantar vaginas cultivadas en laboratorios a las mujeres con esta malformación, pues las primeras pacientes con implantes realizados de 2005 a 2008 ahora muestran resultados sorprendentemente exitosos.

El procedimiento consiste en tomar imágenes de la región pélvica de la paciente con un escáner para diseñar un tubo en 3D que soporte el órgano que se va a cultivar. Se toma una muestra del tejido de la vulva mal desarrollada y se utiliza colágeno para ayudar al soporte de las nuevas células musculares. Una vez que el implante tenga la forma correcta se introduce en un dispositivo que ayuda a crear tejidos por aproximadamente una semana o hasta que esté listo para colocárselo a la paciente. Finalmente, el implante se fija  quirúrgicamente y con el tiempo se formarán vasos sanguíneos y nervios gracias al colágeno reabsorbido que contribuye a regenerar las células.