Sencillos trucos para viajar con bebés en avión

Cuando llega un bebé a la familia, muchos padres deciden olvidarse de las vacaciones por lo menos durante los siguientes 3 o 4 años. Después de todo, se cree que un vuelo puede generar un verdadero estrés para el niño, hasta llegar a dañar su frágil cuerpo. Sin embargo, hay maneras de evitar esto y hacer que el viaje con los pequeños sea mucho más seguro para ellos, y acá te dejamos algunas:

Realiza seguimiento de la respiración del bebé: La baja humedad en el avión, lo que provoca que se seque la mucosa nasal. Por ello lleva contigo solución fisiológica, y de vez en cuando aplica unas gotas en la nariz del pequeño.

Asegúrate de que sus oídos estén bien: La baja presión provoca espasmos en el tubo auditivo y puede ocasionar dolor de oído. Utiliza unas gotas vasoconstrictoras para la nariz de los niños antes de subir al avión, y durante el vuelo dale de beber con más frecuencia. La acción de tragar le ayudará con los oídos.

Proporciona a tu hijo un vuelo tranquilo: El fuerte zumbido de las turbinas y el ruido del motor puede estresarlo, para minimizar el efecto, utiliza tapones para sus oídos del tamaño adecuado.

Toma precauciones para evitar los mareos: El vértigo se presenta en niños mayores de un año, por ello antes de despegar dale un remedio especial para el mareo por movimiento, y cuando estén en vuelo, puedes darle una rodaja de limón y agua a pequeños sorbos.

Evita los resfriados: El los aviones siempre se acumulan virus y bacterias por el aire comprimido, para evitar que pesquen un resfriado, dale algún medicamento antiviral, por supuesto consultando primero al pediatra.