Pruebas para identificar a las brujas
Desde Harry Potter y todas las películas de magos y brujas, hoy en día no es algo que genere rechazo. Sin embargo, en siglos pasados, aquellos que eran considerados brujos, eran personas que habían hecho pactos con el diablo para obtener el poder de dañar a otros, por lo que no era algo para nada bien visto. De hecho, ser considerado brujo o bruja, arruinaba la vida de la persona e incluso podía conducir hacia su muerte.
Cuando alguien era acusado de brujo, a menudo pasaba por algunas pruebas ridículas para salvar su vida, y muchas de ellas se usaban en los juicios de Salem, la cacería de brujas más famosa de la historia. Algunas de esas pruebas son:
Prueba de natación: Los acusados eran lanzados al agua con una soga en la cintura para ver si el agua los 'rechazaba'. Si se hundían eran inocentes y si flotaban eran brujas.
Prueba de peso: En esta prueba el acusado era pesado junto con una Biblia, si la persona era más pesada que la Biblia, no era bruja.
Prueba de la tarta de bruja: Para esta prueba se realizaba una tarta con orina del acusado, cenizas y harina de centeno que se le daba a las 'mascotas' de las brujas para ver si el animal sería hechizado y revelaba el nombre de la bruja.
Marca de bruja: Según la creencia, la bruja recibía la 'marca del diablo' en su cuerpo, la cual cambiaba de forma y color. Además, también se buscaba un 'pezón de bruja', el cual era usado para alimentar a sus mascotas.