Mario De León: “No hay una definición universal de democracia”

Mario De León: “No hay una definición universal de democracia”

person access_timeJun 8, 2018 show_chart1483 Vistas chatComentarios

Mario De León, Estudiante de tesis de Sociología, en la Universidad de Panamá. Ensayista y dirigente estudiantil, durante una entrevista para La Estrella de Panamá conversó acerca de diversos temas de interés social.

En ese sentido, De León expresó que “no existe —y no debiese haber— una relación entre número de población y cantidad de partidos políticos que han sido legitimados por el Tribunal Electoral. Lo que puede ocultar esta cantidad de partidos es lo antidemocrático de las normas electorales”.

Además, añadió que “no hay una definición universal de democracia. Pero a la que generalmente se suscribe el pueblo panameño es a la de mayor participación de todos los sectores del país. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la amplia mayoría son los trabajadores y estos son los que menos participan en la toma de decisiones, lo que indica que no vivimos en democracia”.

En cuanto a la cantidad de partidos políticos que existen en el país, indicó “demasiados partidos y no hay razones atendibles, de peso, para que existan tantos. No representan diferentes ideológicas o distintas estrategias que le planteen al electorado frente a los problemas nacionales... Los enunciados etéreos y sublimes de todos ellos son similares, son sustancialmente iguales, presentados de una forma u otra. Mientras más partidos políticos compitan, más confuso se torna el panorama para el elector y menos claras son las alternativas. La competencia política se reduce a un concurso artificioso, basado primordialmente en la simpatía o antipatía personal que los dirigentes políticos o mesiánicos del momento puedan inspirar en el votante sin tener acceso a un variado y estimulante menú de ofertas electorales”.

De igual forma, sostuvo “una gran cantidad de partidos políticos no determina la existencia de un régimen democrático ni su validez. Muchos partidos sin ideologías, o con ideologías que no se diferencian unas de otras, en nada fortalecen la democracia; por el contrario, tienden a confundir a la población con un inventario de propuestas vaporosas y vagas que serían difícilmente discernibles o que desviarían la atención hacia promesas demagógicas que a la postre no se cumplen. El resultado indeseado es que se corre el peligro de que sea una selecta minoría del electorado quien asuma el poder público, en detrimento de la voluntad de una mayoría capaz de legitimar el ejercicio del poder en una democracia”.



Quantcast