Los refrescos dietéticos afectan tu organismo igual o más que los normales

El refresco de dieta o light es aquel que no utiliza azúcar convencional, sino edulcorantes artificiales como el aspartamo. En el mercado es promocionado como una alternativa "saludable" para los regímenes de pérdida de peso, sin embargo, no es del todo cierto.

Además de incluir de forma artificial el azúcar, los refrescos o sodas contienen altos niveles de ácido fosfórico, lo que aumenta el riesgo de padecer osteoporosis , engaña al cerebro y eleva la producción de insulina.

Cuando ingerimos este tipo de bebidas lo hacemos con la creencia de estar consumiendo algo relativamente más sano que las bebidas convencionales, además de proporcionar el placer del dulce y calmar la sed, pero el cuerpo reacciona ante este consumo de una manera diferente.

Al ingerir este tipo de gaseosas, el cerebro percibe la presencia de dulce y libera la insulina que controla los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial, lo que reduce éstos niveles y así aumenta el apetito y crea la necesidad de consumir más dulce. Además, los edulcorantes debilitan el "centro de satisfacción" del cerebro.

Además, consumir refrescos de dieta pueden aumentar el riesgo a padecer depresión, daño renal, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, daño pulmonar, desgaste en el esmalte de los dientes y problemas endocrinos.