La historia del vibrador, quién lo inventó y cómo se comercializó

Si eres mujer y te has preguntado alguna vez de dónde surgió este curioso artefacto, no hay por qué avergonzarse, puesto que es una inquietud más común de lo que parece.

La historia de este dispositivo se remonta al año 1880, cuando el médico británico Joseph Mortimer Granville inventó el primer vibrador de baterías para utilizarlo en su consulta como herramienta en una terapia conocida en la época victoriana como ‘histeria femenina’. La herramienta se convirtió en el sustituto de una práctica en la que los médicos acariciaban manualmente a la paciente hasta alcanzar el orgasmo en el contexto de un ‘paroxismo histérico’, puesto que en aquella época se buscaba reprimir el deseo sexual femenino al considerarlo una enfermedad.

No fue sino hasta 1902 que el primer vibrador eléctrico pasó a la venta comercial. Muchas marcas comenzaron a fabricar sus propios modelos, promoviéndolos como “máquinas de masaje anti estrés” en revistas y catálogos. En 1918, el catálogo de los electrodomésticos Sears incluyó el aparato, considerándolo  “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.

En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría declaró oficialmente que la llamada histeria femenina no era una enfermedad legítima, sino un mito anticuado. En este sentido, la popularidad del vibrador ascendió gracias a la proliferación de las películas pornográficas y ya no eran comercializados disfrazándolos de “utensilios de terapia”. Después de casi medio siglo, cuando las publicaciones pornográficas mostraron al vibrador como objeto de perversión sexual, su imagen cambió completamente y desapareció de las revistas, catálogos y estantes de tiendas como Sears Roebuck.