¿Sabes cuáles son los riesgos de los juegos pirotécnicos?

Lo que es una época del año para celebrar, puede convertirse en temporada triste para aquellas familias que por irresponsabilidad de los adultos, algunos niños y no tan niños sufren quemaduras por los juegos pirotécnicos (fuegos artificiales).

Antes de manipular estos ‘juegos', debemos pensar bien lo que se hace y quién lo hace. En la actualidad, los fuegos artificiales son uno de los principales motivos de consulta en los cuartos de urgencias, principalmente en la población infantil; sobre todo en el mes de diciembre.

Esto se ha determinado debido a que es la época cuando el uso de dispositivos de pirotécnica se incrementa por las festividades navideñas y de fin de año. Sin embargo, no hay que descartar aquellas quemaduras provocadas por líquidos calientes y por contacto con objetos calientes, sobre todo en áreas de cocina.

Hay dos mecanismos a través de los cuales estos fuegos artificiales pueden comprometer la salud de las personas:

— La explosión del dispositivo hace que se emita una fuerza de impacto, entre el dispositivo y muchas veces las manos de quien lo enciende, debido al contacto de la pólvora con el fuego. Esto hace que dicha fuerza pueda desprender la piel, uñas, dedos e incluso la mano, dependiendo del tamaño del dispositivo y la cantidad de pólvora.

— La quemadura provocada por el fuego del dispositivo, luego de haber sido encendido, puede ocurrir durante la explosión o posteriormente, esto provoca afección de la piel de manera superficial o profunda, llevando a complicaciones, desde el cambio de piel con cicatrices con incapacidad para mover adecuadamente la extremidad afectada, hasta la necesidad de amputar los dedos o manos, debido a la gran quemadura.

Las quemaduras en cabeza, cara, articulaciones, manos, pies, genitales; se consideran de cuidado especial, todas deben ser evaluadas por personal médico idóneo.

La principal recomendación es no utilizar o exponer a niños a este tipo de ‘juegos', aún cuando sean considerados ‘inofensivos'. Cualquier situación que ponga en riesgo la salud del niño es responsabilidad de los padres o adultos tutores.