Internet mata a Minitel

Internet mata a Minitel

person access_timeJul 2, 2012 show_chart1149 Vistas chatComentarios

Minitel, una tecnología francesa pionera que se desarrolló en los años ochenta y que se popularizó en la década de los noventa gracias en buena parte a los foros para adultos y otros sitios de contactos, dejará de funcionar desplazada por la apabullante democratización de Internet. 

La pequeña terminal similar a un ordenador beige de aspecto "vintage" con teclado y pantalla incorporadas y conectadas a un teléfono, supuso un avance tecnológico que marcó a toda una generación en Francia, un orgullo telemático nacional, que no supo seducir al público internacional para competir con Internet. 

"Aunque el Minitel todavía tiene volumen de negocio, su uso y tráfico están en claro descenso. Se dirige hacia una muerte natural", explicaba en 2011 un portavoz de Orange, marca bajo la que opera France Télécom, el padre de la criatura. 

Casi desconocido fuera de Francia, salvo por sus vecinos belgas, el Minitel era un dispositivo simplificado al máximo para resultar accesible a un público más amplio que resultaba un híbrido entre un primitivo internet y los servicios de teletexto. 

El usuario introducía un código numérico seguido de varias letras para conectarse a una página y pagar en función del tiempo de visita a través de una pantalla pixelada en la que podían reservar billetes de tren o de avión, consultar sus cuentas bancarias u horóscopos y, sobre todo, introducirse en páginas de contactos y encuentros sexuales como "3615 Ulla", una de las más populares. 

Minitel vivió su apogeo hacia 1996, cuando hasta nueve millones de hogares y empresas en Francia disponían de un terminal a través del que 25 millones de usuarios disfrutaban de los 26 mil servicios que ofrecían 10.000 operadores. 

El sistema llegó a generar un volumen de negocios de un millar de euros (1.200 millones de dólares) al año y enriqueció a varios empresarios por el camino, pero cayó progresivamente hasta los 30 millones de euros (casi 38 millones de dólares) de facturación en 2010, al tiempo que grandes empresas francesas como la aerolínea Air France o la ferroviaria SNCF iban desactivando sus servicios. 

La curva del declive se fue haciendo más pronunciada, pasando de 90 millones de horas de conexión al año a solo 1,5 millones, por lo que se programó su desaparición en septiembre de 2011, aunque se fue retrasando hasta la media noche del pasado fin de semana, hora de su desconexión definitiva.



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