La verdad tras nuestros alimentos favoritos

Hoy en día, todo es mucho más fácil, desde la accesibilidad a la información hasta la posibilidad de comprar lo que sea que necesitemos en la tienda más cercana.

Sin embargo, los 'avances' muchas veces terminan afectándonos, sobre todo cuando se trata de alimentos, pues mucho de lo que consumimos no parece ser realmente lo que es, y esto se debe en gran parte a los aditivos y persevantes que son añadidos para hacerlos durar más tiempo.

- El yogurt de frutas por lo general contiene ingredientes para estabilizar su textura y un contenido muy bajo de frutas, en la mayoría de los casos sólo se usa saborizantes artificiales.

- El chocolate blanco no es realmente chocolate, pues no contiene cacao. Generalmente se obtiene al mezclar mantequilla de cacao -sin el extracto que se usa para el chocolate-, sólidos de leche, azúcar, grasa de leche y lecitina para darle consistencia y forma a la barra.

- Las hojuelas de maíz de nuestros cereales  que dicen ser fortificados con vitaminas, contienen generalmente endulzantes artificiales o ingredientes extras.

- El kétchup muy a lo contrario de su etiqueta, no contiene casi tomate, pero si suficiente vinagre destilado, jarabe de maíz alto en fructosa, jarabe de maíz normal, sal, saborizantes naturales y cebolla en polvo.