Historia del Carnaval

Historia del Carnaval

person access_timeFeb 17, 2012 show_chart2243 Vistas chatComentarios

¿Quieres saber donde y como iniciaron los carnavales?Las tradicionales fiestas de carnavales se realizarón en Panamá en el mes de febrero. Esta celebración ha cobrado mayor renombre en la Península de Azuero por ser las más concurridas del interior del país y cuenta con carros alegóricos lujosamente decorados que han recibido los elogios de millares de visitantes nacionales y extranjeros. La ciudades de Las Tablas y Chitré son de las más preferidas para los que buscan diversión esos 4 días de jolgorio donde los culecos, las Tunas de Calle Abajo y Las Tunas de Calle Arriba, cada una con su reina y princesas vestidas con un verdadero “toque real” hace brillar las noches por el continuo flasheo de las cámaras de los turistas que quieren llevarse un recuerdo del carnaval panameño presidido por estas hermosas soberanas.

Los carnavales tienen su origen en la antigua Roma. Históricamente los ciudadano romanos a mediados del mes de febrero iniciaban unas fiestas denominadas las “lupercales” (fiestas celebradas en honor al dios pan”, un festival pagano que no era muy distinto al carnaval de hoy. Cuando Roma acogió el cristianismo, las primeras Autoridades de la Iglesia decidieron incorporar algunos de los ritos paganos al seno de la doctrina religiosa en vez de eliminarlos. Fue así como surgió el carnaval como fiesta donde los participantes se dedicaban al regocijo y abandono antes de la llegada de la temporada de Cuaresma.

Según algunos historiadores los carnavales panameños tienen su inicio a partir de los años 1850, según registros del diario más antiguo de panamá La “Estrella de Panamá”. Para otros el carnaval istmeño empieza desde las épocas coloniales cuando grupos de personas se disfrazaban de rey y reina de España, en indios, esclavos y soldados conquistadores y partían desde la Avenida Balboa hasta un lugar que hoy es parte de Santa Ana, simulando las batallas. No obstante, se conoce que fue desde 1910 que por un decreto del entonces Alcalde de la ciudad de panamá, José Agustín Arango hizo oficiales las fiestas del carnaval. También se eligió a una reina que fue coronada en el Club Unión en la persona de Manuelita Vallarino, ésta soberana gozó de fama por su extraordinaria belleza. De allí en adelante cada año había una nueva sucesora hasta hoy.

Desfiles, Culecos y Bailes

Tanto en la ciudad capital como en el interior las gentes disfrutan en medio del calor tropical las “mojaderas” o “culecos” para aminorar los efectos de los inclementes rayos del sol, esto representa un baño refrescante, en las tardes los ojos se posan en los opulentos desfiles y paradas con sus “Reinas” con vestidos deslumbrantes arriba de fastuosos carros alegóricos, le acompañan las tunas y las comparsas que deleitan un amplio público de niños y adultos. Por las noches a lo largo y ancho del país se acomodan bailes populares en diversos lugares públicos y avenidas, lo que acumula una agenda repleta de quehacer festivo. Pero, anímese, esto no es todo, cuando aparece el solo empieza otra vez la fiesta.

El Carnaval es una de las fiestas más esperadas por casi el 70% de los panameños. Ni la Navidad ni la Semana Santa son tan esperadas como esta fiesta. ¿Por qué? Porque su solo nombre se relaciona con diversión.

En las mañanas, las “mojaderas” refrescan el calor tropical; en las tardes los desfiles y paradas con “Reinas” de extravagantes y lujosos disfraces en carros alegóricos, acompañadas de “comparsas” y “tunas” son el deleite de chicos y grandes. En las noches los bailes populares en sitios públicos y avenidas culminan un día lleno de actividades festivas. Las horas de descanso son pocas pues tan pronto el sol calienta se inicia nuevamente la fiesta.

Carnavales tableños

De acuerdo con historiadores y con la información que sobre estas festividades se ha ido transmitiendo de generación en generación, los carnavales tableños tuvieron su origen a principios del siglo pasado. Aunque, originalmente había solamente una reina para la celebración en esta ciudad.

Desde mediados de siglo se inició la práctica de una reina para cada calle y la pionera fue Calle Arriba, que coronó a Mitzi Sandoval soberana de las fiestas, en 1950.

Vaya si este fue el comienzo de los carnavales más vistosos, fastuosos y comentados de la República de Panamá. Progresivamente se fueron incorporando a las coplas, tambores, cajas, repiques, pitos, escarcha, desfiles de carretas, serpentinas, fuegos artificiales, polleras de gala, trajes de lujo, disfraces y culecos.

En Las Tablas más de 100 soberanas han dado prestigio y engalanado a esta hermosa ciudad durante las festividades carnestoléndicas. Para ser reina es requisito ser tableña. Y desde tierna edad las niñas ya forman parte de los carros alegóricos. Posteriormente se les suele ver, ya más creciditas, en las cortes de las reinas, hasta que muchas logran el sueño dorado, ocupar el trono de Calle Arriba o Calle Abajo.

Para estas fiestas no se escatiman esfuerzos, tiempo, ni dinero.

Se trata de hacer del carro alegórico, trono o tuna la mejor. Se compite en lujo, alegría, belleza y hasta en "picardía" en las puyas con que se bombardean verbalmente las tunas de ambas calles.



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