De ensueño fue el Tour Terral de Pablo Alborán en Panamá
Noche de jueves, lluvia pertinaz y aquel atardecer que se volvió el recuerdo de emoción por la expectativa de ver al nuevo conquistador iberoamericano, finalmente llegaba a su fin.
Llegado el momento las luces se apagaron y las emociones se encendieron, Alborán toco el escenario de Atlapa y sus fanáticas al unísono lo abrazaron en delirios de amor y gritos de euforia.
Con una producción de luces y sonidos finamente tratada en cada detalle, aquel famoso y esperado artista español le abrió la puerta de su corazón a Panamá y no se conformó con enamorar a sus seguidoras canción tras canción, verso tras verso y mirada tras mirada sin parar, sino que fue más allá y les regaló algo que no se compra, no se roba y no se presta, les regaló magia y les dejó una historia íntima que solo aquellas que asistieron podrán contar al verse delatadas por las sonrisas cómplices que en su momento renacerán al recordar el Tour Terral en Panamá.
Alborán fue piano, Alborán fue guitarra, Alborán fue el sonido de la caja, el tambor y al compás de sus caderas Alborán fue España seductora durante un par de horas, mucho más allá de lo esperado pero seguro de lo que a su público había entregado.
Definitivamente no sabemos quién le abrirá la puerta de su amor pero quedo demostrado que Panamá le abrió la puerta de su corazón y de seguro, sin dudar, cada una de ellas quisiera volver a empezar esa noche donde descubrieron “donde está el amor”.
Felicidades a las estoicas damas de la Fundación San Felipe quienes fueron ángeles impulsadores tras este show inolvidable y un aplauso a Magic Dreams junto a una producción que cuidó cada detalle del show, de la atención al público, la prensa y de asegurar que el el tour Terral marcara en los corazones de los que asistieron una huella que será difícil de borrar.
Llegado el momento las luces se apagaron y las emociones se encendieron, Alborán toco el escenario de Atlapa y sus fanáticas al unísono lo abrazaron en delirios de amor y gritos de euforia.
Con una producción de luces y sonidos finamente tratada en cada detalle, aquel famoso y esperado artista español le abrió la puerta de su corazón a Panamá y no se conformó con enamorar a sus seguidoras canción tras canción, verso tras verso y mirada tras mirada sin parar, sino que fue más allá y les regaló algo que no se compra, no se roba y no se presta, les regaló magia y les dejó una historia íntima que solo aquellas que asistieron podrán contar al verse delatadas por las sonrisas cómplices que en su momento renacerán al recordar el Tour Terral en Panamá.
Alborán fue piano, Alborán fue guitarra, Alborán fue el sonido de la caja, el tambor y al compás de sus caderas Alborán fue España seductora durante un par de horas, mucho más allá de lo esperado pero seguro de lo que a su público había entregado.
Definitivamente no sabemos quién le abrirá la puerta de su amor pero quedo demostrado que Panamá le abrió la puerta de su corazón y de seguro, sin dudar, cada una de ellas quisiera volver a empezar esa noche donde descubrieron “donde está el amor”.
Felicidades a las estoicas damas de la Fundación San Felipe quienes fueron ángeles impulsadores tras este show inolvidable y un aplauso a Magic Dreams junto a una producción que cuidó cada detalle del show, de la atención al público, la prensa y de asegurar que el el tour Terral marcara en los corazones de los que asistieron una huella que será difícil de borrar.
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