¿Por qué se usan los signos de exclamación e interrogación?

¿Sabías que el español es la única lengua en la que los signos de interrogación y exclamación son dobles? Es decir, se utilizan al principio y al final de una frase. Estos signos empezaron a usarse en la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia de la Lengua en 1754, luego de un acalorado debate entre los académicos, quienes concluyeron que el signo de interrogación al final no bastaba, primordialmente en frases largas.

De esta manera, se lee en el acto de una de las reuniones que tuvieron “por lo tocante a la nota de interrogación se tuvo presente que, además del uso que tiene en fin de oración, hay periodos o cláusulas largas en las que no basta la nota que se pone al fin y es necesario desde el principio indicar el sentido y tono interrogante con que debe leerse, por lo que la Academia acuerda que, en estos casos, se use la misma nota interrogante poniéndola tendida sobre la primera voz de la cláusula o periodo con lo que se evitará la confusión y aclarará el sentido y tono que corresponde”.

En el caso de los signos de exclamación, la edición de 1770 señala que “de algún tiempo a esta parte se acostumbra poner inversa así (¡) antes de la voz en que comienza este sentido y tono, cuando los periodos son largos”.